Todos sufrimos, nos comemos el tarro y cada dia nos parece más pesado que el anterior. Escribiré textos de todo un poco, sin dejarme nada; pensamientos ideas, rayadas. Creo que todos pasamos por eso en esta etapa, ¿me equivoco? No estás obligadx a permanecer en este blog si no os agrada, mi intención es desahogarme, librame de la presión que cada día se posa sobre mis hombros, y ojalá pueda llegaros de tal manera que quedéis enganchados. Espero que sí, de verdad.
sábado, 28 de noviembre de 2015
¿Sabes? Tengo sentimientos
¿Sabes? Al final llega a cansar. Sí, dar y no recibir, pretender ser la buena, mostrar sonrisas para alegrar el día de aquel que no ha empezado con buen pie y algunos, lo agradecen, otros te lo amargan a ti.
Estoy cansada de sentirme hecha una mierda y creer estar bien. Quiero que sepas que, que ponga una sonrisa, me ría y haga bromas, no necesariamente tengo que ser feliz, la mayoría de esos días solo tengo días de mierda en los que no sé quién soy. Nunca lo sé, en realidad.
Mi personalidad es débil, aunque llegue a parecer todo lo contrario. Cuando me irrito, soy borde. No me gusta nada de mi cuerpo, solo mis pecas, vaya. Me comparo con todo el mundo y nunca me siento bien, y se llega a hacer locuras cuando no te sientes bien.
Me esfuerzo por caerle bien a la gente, para que nadie se sienta mal y pueda ser aceptado, eso mismo, ¿quién lo hace por mí? Nadie, es la respuesta. No me gusta criticar si no es por una razón de peso la que me lleva hacerlo, y mucho menos creerme mejor que nadie o mirar por encima del hombro, al contrario de alguna gente con la que me rodeo.
Me siento mal cuando alguien, sin yo pretenderlo, se enfada por mis palabras. No sé lo que he hecho y me siento mal.
Estoy agotada de todo el trabajo al que me someten día a día, tanto por el instituto como en casa, no tengo respiro, me agobio con facilidad. Sin contar con situaciones extras que no puedo dirigir.
Después de tanto tiempo callando mi agobio y agonía he explotado, pero, ¿quién no lo haría? Veo que me encierro en mi misma, me ahogo en la rutina, sin saber qué hacer.
Las personas, sobre todo nuestros mayores, nos hablan de la felicidad o si somos felices. Tengo una respuesta que muy poca gente ha oído y la mayoría se asombra. ¿Sabes cuál es? No, no soy feliz. Me rayo cada día más, los estudios me presionan, mi autoestima está bajo cero al igual que mi vida social, porque prefiero quedarme en mi habitación con un libro que salir y oír críticas, no necesariamente hacia mí, pero no sé cómo responder a eso.
No sé si te habrás dado cuenta, pero soy ojeras y somnolencia, incapaz de mantener una conversación sin transportarme a mi propio mundo, pero no creas que es mejor, es tan mierda o más que este pues, ¿sabes qué? En él habitan mis temores, mis pensamientos, mi conciencia, mi autoestima, mis historias que acaban en muerte, mis peores temores. Una mierda.
Y cuidado, no vayas diciendo de ahora en adelante que voy de víctima o quiero dar pena, solo quería deshaogarme una vez en mis palabras dejándolas escritas para siempre. Pero que sepas, que tengo sentimientos y esa confianza que tenía puesta en ti la has perdido. Me has hecho daño, un simple dato que debes a apuntar para el futuro. No hagas llorar a más gente, no lo merecen, cuida de tus amigos, tal vez es lo único bueno que encuentres en mucho tiempo.
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